Es posible infectarse de pie de atleta de esta manera:
- De forma directa: al caminar descalzo por el suelo o la hierba, donde puede haber esporas de hongos; en contacto con una persona o animal enfermo.
- De forma indirecta: al usar objetos pertenecientes de una persona infectada (toalla, zapatos, instrumentos de manicura).
A los hongos les encanta un ambiente cálido y húmedo, por lo que los vestuarios públicos, los gimnasios y las piscinas son una fuente de infección. Con frecuencia, el hongo se transmite entre los miembros de una misma familia.
El pie de atleta no es solo un problema estético, sino también una enfermedad grave que afecta la salud humana y debilita su inmunidad.